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Pink acacia

, florist
Last reviewed: 29.06.2025

La acacia rosa (robinia viscosa) es un árbol caducifolio o arbusto grande conocido por sus inflorescencias de color rosa brillante y sus brotes pegajosos. Aunque comúnmente se le llama acacia, botánicamente pertenece al género robinia, que se ha vuelto muy popular en el diseño de paisajes debido a su naturaleza poco exigente y su atractiva apariencia. Una característica distintiva de la acacia rosa es la capa pegajosa que recubre sus brotes jóvenes e inflorescencias, lo que le confiere características reconocibles. Con los cuidados adecuados, puede crecer activamente y producir abundantes flores incluso en climas templados.

Etimología del nombre

El nombre del género robinia se otorga en honor a Jean Robin, jardinero real de Enrique IV en Francia, quien introdujo varias especies norteamericanas de este género en la cultura europea. El epíteto específico, viscosa, proviene del latín "viscosus", que significa "pegajoso", y se refiere a la capa pegajosa que recubre los brotes jóvenes y las inflorescencias. En el lenguaje cotidiano, este árbol se conoce a menudo como "acacia rosa" debido a la similitud visual de sus flores con las acacias verdaderas y a su característico color rosa.

Forma de vida

La acacia rosa suele crecer como un árbol bajo o un arbusto extenso. En condiciones naturales, puede alcanzar alturas de 8 a 10 metros; sin embargo, al cultivarse en jardines, suele mantener tamaños más pequeños gracias a la poda y el cuidado regulares. La corteza del tronco y las ramas viejas puede presentar surcos profundos, lo que indica su edad y le añade un valor ornamental adicional.

Otro aspecto de la forma de vida de la acacia rosa son sus hojas y brotes: las ramas jóvenes tienen una superficie pegajosa y las hojas son pinnadas, con varios pares de folíolos elípticos. Esta morfología facilita la fotosíntesis y la protege parcialmente de la evaporación excesiva de la humedad.

Familia

La Robinia viscosa pertenece a la familia de las leguminosas (fabáceas). Esta es una de las familias más grandes de plantas con flores, que incluye gramíneas, arbustos y árboles. Todas las leguminosas producen frutos en forma de vainas que contienen semillas, así como flores características, a menudo denominadas "con forma de mariposa".

Otro aspecto clave de la familia de las fabáceas es la capacidad de muchos de sus miembros para formar simbiosis con bacterias fijadoras de nitrógeno en sus raíces. Esto significa que las plantas pueden obtener nitrógeno parcialmente de la atmósfera y contribuir a mejorar la fertilidad del suelo. Gracias a esto, la acacia rosa puede crecer mejor en sustratos relativamente pobres y ayudar a crear un microclima edáfico más favorable para las plantas vecinas.

Características botánicas

La acacia rosada forma un tronco recto o ligeramente curvado. Las ramas tienen una corteza pegajosa, especialmente visible en los brotes jóvenes. Las hojas son pinnadas, de hasta 10-15 cm de longitud, generalmente compuestas por 9-13 pequeños folíolos elípticos. Las flores se disponen en racimos y presentan diversas tonalidades de rosa, desde pálido hasta casi frambuesa. Cada flor tiene la característica forma de mariposa típica de las leguminosas.

Tras la floración, se desarrollan frutos: vainas de 5 a 8 cm de largo que contienen varias semillas. Estas vainas pueden ser ligeramente pegajosas y suelen madurar a finales de verano u otoño. Las semillas tienen una cubierta densa, lo que a veces dificulta la germinación sin una escarificación previa.

Composición química

Las plantas del género robinia pueden contener diversos metabolitos secundarios, como flavonoides, compuestos fenólicos y taninos. Algunos de estos compuestos se concentran en la corteza y las hojas. La acacia rosada también contiene azúcares y sustancias resinosas que confieren a sus brotes su viscosidad.

Existen datos oficiales limitados sobre la composición química exacta de la robinia viscosa; sin embargo, al igual que otros miembros del género, algunos compuestos podrían tener propiedades medicinales. No obstante, algunas partes de la planta (como la corteza y las semillas) pueden ser tóxicas si se consumen, por lo que no se utilizan en la industria alimentaria.

Origen

La acacia rosada se distribuye nativamente en las regiones oriental y central de Norteamérica. Crece como árbol del sotobosque en los bordes de los bosques y riberas de los ríos, prefiriendo suelos moderadamente húmedos pero bien drenados. Se adapta bien a diversas condiciones climáticas, tolerando sequías periódicas.

Gracias a la introducción y selección, la acacia rosa se ha extendido a Europa y otras regiones de clima templado. Allí, se utiliza en la horticultura de parques y jardines, ya que la planta demuestra resistencia a entornos urbanos contaminados y puede soportar heladas de hasta -20-25 °C, lo que la convierte en una opción atractiva para el paisajismo.

Facilidad de cultivo

La acacia rosa se considera una planta relativamente poco exigente. Puede prosperar en diversos tipos de suelo, desde ligeramente ácido hasta casi neutro, siempre que tenga buena aireación y no se encharque. También tolera sequías moderadas y no requiere riego frecuente en campo abierto.

A pesar de su gran adaptabilidad, los principales problemas de cultivo pueden surgir de sustratos excesivamente pesados o encharcados, iluminación insuficiente y heladas severas sin protección adicional. Si se siguen las pautas básicas de cuidado, la planta muestra un rápido establecimiento y un crecimiento constante.

Especies y variedades

Además de la acacia rosa (robinia viscosa), el género robinia incluye la acacia blanca (robinia pseudoacacia) y varias otras especies, que se distinguen por el color de sus flores, la forma de la copa y el tamaño. En cuanto a las formas y variedades de la acacia rosa, existen diversas variaciones que difieren en la intensidad del tono rosado y la marcada adhesividad de sus brotes.

Robinia pseudoacacia

Robinia viscosa

La Robinia pseudoacacia se cultiva más ampliamente y cuenta con una gama más amplia de cultivares, por lo que la variedad de Robinia viscosa es limitada. Generalmente, se comercializan formas clásicas sin nombres específicos de cultivar, lo que demuestra las características típicas de la especie.

Tamaño

En promedio, la acacia rosada alcanza una altura de 5 a 7 metros en campo abierto, y puede alcanzar los 10 metros en condiciones favorables. Cuando se le da forma de arbusto, puede mantenerse dentro de los 2-3 metros gracias a la poda regular. El diámetro de la copa suele alcanzar los 3-4 metros, lo que le da una forma redondeada o ligeramente extendida.

El tamaño final depende en gran medida del microclima, la fertilidad del suelo y la frecuencia de poda. Con suficiente espacio y sin restricciones, la planta puede formar un árbol grande con un tronco vertical y ramas laterales a distintos niveles.

Intensidad de crecimiento

La acacia rosa crece a un ritmo moderadamente rápido. Durante los primeros años tras la plantación, desarrolla activamente su sistema radicular y forma brotes, lo que le permite ocupar rápidamente el espacio asignado. En condiciones favorables, su crecimiento anual puede alcanzar los 30-50 cm.

Con el tiempo, el ritmo de crecimiento puede disminuir, especialmente si la planta no recibe alimentación regular o se enfrenta a factores de estrés (como sequía, plagas o microorganismos patógenos). Sin embargo, en general, la robinia viscosa conserva su capacidad de recuperación y continúa creciendo de forma constante durante gran parte de su ciclo de vida.

Esperanza de vida

La mayoría de las especies de robinia viven entre 20 y 30 años, y en condiciones favorables, pueden alcanzar los 40 años o más. La acacia rosa suele estar en el mismo rango. Florece abundantemente y crece vigorosamente durante las primeras décadas, tras lo cual pueden presentarse cambios relacionados con la edad (como daños en el tronco o una menor calidad de la floración).

Con cuidados regulares (poda de salud, protección contra plagas y enfermedades, riego adecuado), su periodo de valor ornamental activo puede prolongarse. Algunos ejemplares pueden mantener su plena vitalidad y floración durante más de 25-30 años, especialmente en climas templados.

Temperatura

El rango de temperatura óptimo para la acacia rosa durante la temporada de crecimiento se sitúa entre 18 y 26 °C. Puede tolerar temperaturas estivales de hasta 30-35 °C, siempre que reciba riego oportuno o humedad natural, así como heladas moderadas. El umbral crítico para las plantas jóvenes se sitúa por debajo de los -20-25 °C, especialmente sin protección.

Para el cultivo en interiores (algo relativamente poco común), es recomendable mantener una temperatura fresca de entre 10 y 15 °C durante el invierno para simular el período de latencia natural. De lo contrario, el árbol podría sufrir estrés, perder hojas o algunos brotes.

Humedad

La acacia rosa no requiere mucha humedad. En la naturaleza, crece en zonas con precipitaciones moderadas y tolera sequías leves, pero no responde bien al encharcamiento prolongado del suelo. En entornos urbanos, la lluvia natural suele ser suficiente, a menos que se produzca una sequía extrema.

En el cultivo de interior, ya sea en macetas o contenedores grandes, la humedad no es un factor determinante. Si el aire es demasiado seco (por debajo del 30%), puede producirse una pérdida de turgencia en las hojas y un mayor riesgo de plagas. Sin embargo, una ventilación regular y el mantenimiento de niveles de humedad adecuados ayudan a evitar estos problemas.

Iluminación y ubicación de la habitación

La acacia rosa prefiere la luz solar directa y brillante. En el jardín, debe ubicarse en un lugar abierto donde reciba al menos de 6 a 8 horas de luz solar directa al día. La semisombra es aceptable, pero puede reducir la abundancia de floración.

Si se cultiva en interior (por ejemplo, en un invernadero), la maceta debe colocarse junto a una ventana orientada al sur o al oeste con suficiente luz. Si es necesario, se pueden usar luces de cultivo en otoño-invierno, cuando la luz natural es escasa, especialmente si la planta continúa su crecimiento activo.

Suelo y sustrato

La acacia rosa prefiere un suelo suelto y moderadamente fértil. La composición recomendada del sustrato es la siguiente:

  • Tierra de césped — 2 partes
  • Turba — 1 parte
  • Arena — 1 parte
  • Perlita — 1 parte

El pH del suelo debe mantenerse idealmente entre 5,5 y 6,5. Es fundamental un buen drenaje: se deben colocar de 2 a 3 cm de arcilla expandida o grava en el fondo de la maceta o del hoyo de plantación para evitar el estancamiento del agua y la pudrición de las raíces.

Riego

Durante la primavera y el verano, la acacia rosa debe regarse regularmente, según el estado de la capa superficial del suelo. Debe secarse ligeramente antes de volver a regarse, pero es mejor evitar que el sustrato se seque por completo, ya que esto puede reducir el crecimiento y la intensidad de la floración. La cantidad de agua depende del tamaño de la planta, su etapa de desarrollo y la temperatura ambiente.

En invierno, cuando la acacia rosa pierde sus hojas (en campo abierto) o su actividad disminuye (al mantenerse en interiores más frescos), se debe reducir el riego. El cepellón debe mantenerse húmedo, pero no encharcado. Si las temperaturas son demasiado bajas, el riego excesivo puede ser perjudicial para las raíces.

Fertilización y alimentación

Durante el período de crecimiento activo (aproximadamente de abril a agosto), la acacia rosa debe fertilizarse cada 2-3 semanas con un fertilizante mineral complejo diseñado para plantas ornamentales con flores. También son recomendables las mezclas especiales para leguminosas que tienen en cuenta su tendencia a la fijación de nitrógeno. El exceso de nitrógeno es indeseable, ya que puede favorecer el crecimiento excesivo de los brotes, en detrimento de la floración.

La mejor manera de aplicar fertilizantes es regando o esparciendo gránulos sobre la superficie del sustrato, seguido de una ligera incorporación a la capa superior. A finales del verano, la fertilización debe reducirse gradualmente para permitir que la planta se prepare para la latencia y promover el endurecimiento de los brotes.

Floración

El pico de floración de la acacia rosa se produce a finales de la primavera y principios del verano, cuando se forman racimos de flores de color rosa brillante. Se asemejan a las inflorescencias típicas de la robinia, pero presentan un color más intenso e inusual, lo que las distingue de la acacia blanca o común. La floración puede durar de 2 a 3 semanas, lo que añade un importante valor ornamental a la planta.

La cantidad y calidad de la floración dependen en gran medida de la iluminación, la fertilización regular y el riego moderado. Si la luz solar es insuficiente o el suelo está demasiado seco, la floración puede ser escasa o nula.

Propagación

La acacia rosa se puede propagar por semillas y esquejes. El método de propagación de semillas implica escarificarlas previamente (por ejemplo, lijándolas o sumergiéndolas en agua caliente), ya que las vainas de las legumbres suelen ser muy gruesas. Las semillas se siembran en macetas o bancales en primavera, manteniendo una temperatura de unos 20 °C.

Para los esquejes, se seleccionan brotes semileñosos de 10 a 15 cm de longitud. El enraizamiento se realiza en mezclas húmedas de turba y arena con estimulantes de enraizamiento. Los esquejes se cubren con film transparente y se mantiene una humedad y una temperatura de 22 a 24 °C. Tras 3 o 4 semanas, aparecerán las raíces, tras lo cual los esquejes enraizados se pueden trasplantar a recipientes separados.

Características estacionales

En primavera, la acacia rosa sale de su letargo, aumenta el crecimiento de las hojas y forma brotes. Durante este período, es necesario regar y fertilizar con mayor frecuencia, así como protegerla de las heladas tardías si se cultiva en regiones con climas inestables. El verano marca el pico de floración y el crecimiento activo de los brotes.

En otoño, la planta reduce gradualmente su actividad vegetativa preparándose para la caída de hojas (en campo abierto). En invierno, con bajas temperaturas, la planta entra en una fase de letargo, durante la cual se debe reducir el riego y suspender la fertilización. En los ejemplares de interior, esto puede provocar la pérdida parcial de hojas o un crecimiento más lento.

Características de cuidado

El cuidado de la acacia rosa incluye riego moderado, iluminación intensa y fertilización regular durante la temporada cálida. Es importante supervisar el estado de la copa y podar las ramas dañadas o débiles según sea necesario. Si la planta está en maceta, la tierra debe renovarse periódicamente o trasplantarse a un recipiente más grande.

Algunos propietarios señalan que la pegajosidad de los brotes puede dificultar el contacto con la planta. Se recomienda usar guantes al podar y evitar tocar las partes pegajosas innecesariamente. Sin embargo, esto no interfiere con el cultivo ni afecta negativamente el crecimiento.

Cuidado en interiores

Aunque la acacia rosa es poco común en la horticultura de interior, con la experiencia adecuada, puede cultivarse en macetas grandes. La mejor ubicación es un rincón amplio y bien iluminado cerca de una ventana orientada al sur o al oeste, con algo de sombra del sol directo del mediodía si es demasiado intenso. El riego debe ser moderado: deje secar la capa superior del sustrato antes de volver a regar.

Para evitar un crecimiento excesivo, podar los brotes puede ayudar a mantener una forma arbustiva. Esta poda estimula la ramificación lateral y ayuda a mantener las dimensiones compactas. Es importante asegurarse de que en primavera la planta no experimente un crecimiento explosivo, sin soporte ni espacio para que las ramas se extiendan.

Abone cada 2-3 semanas con fertilizantes complejos. En invierno, si desea que la planta descanse, trasládela a un lugar más fresco (alrededor de 10-15 °C) y reduzca el riego. En zonas con temperaturas invernales altas (p. ej., habitaciones con calefacción), mantenga un riego moderado, pero no fertilice.

Si es necesario trasplantar, es preferible hacerlo en primavera, antes de que comience el crecimiento activo. El sistema radicular de la acacia rosa requiere un buen drenaje y un sustrato rico en nutrientes. No se aconseja aumentar drásticamente el tamaño de la maceta; es mejor trasplantarla a una ligeramente más grande.

Trasplante

Cuando se cultivan en macetas, se suele recomendar trasplantar las plantas jóvenes anualmente o cada dos años en primavera. La nueva maceta debe tener un diámetro de 2 a 3 cm mayor que la anterior. Incluya siempre una capa de drenaje y luego rellénela con la mezcla de sustrato descrita anteriormente (tierra de césped, turba, arena, perlita).

En exteriores, puede ser necesario trasplantar al cambiar el diseño del jardín o para rejuvenecer la tierra alrededor del tronco. Es recomendable realizar estas operaciones al inicio de la temporada de crecimiento, cuando la planta aún no ha desarrollado todas sus hojas, lo que reduce el estrés.

Poda y formación de copa

La poda es esencial para mantener la apariencia ornamental de la acacia rosa y controlar su tamaño. Se recomienda podar a principios de la primavera, antes del inicio del crecimiento activo. Si se desea un árbol compacto, acorte el brote central y estimule la ramificación lateral.

La poda de formación ayuda a crear la forma de copa deseada, a veces dejando de 2 a 3 troncos fuertes y eliminando los brotes sobrantes. La poda sanitaria consiste en eliminar las ramas secas, rotas y engrosadas. Este procedimiento permite que el árbol reciba más aire y luz, y reduce el riesgo de enfermedades.

Posibles problemas y soluciones

La pudrición de la raíz es un problema común causado por el riego excesivo y el drenaje deficiente. La planta comienza a marchitarse y las hojas amarillean y se caen. La solución es reducir el riego, revisar el estado de las raíces y, si es necesario, trasplantar a sustrato nuevo con fungicidas.

Una deficiencia de nutrientes se manifiesta como clorosis, crecimiento lento y floración deficiente. Cuando aparezcan estos síntomas, aumente la frecuencia de fertilización o utilice fertilizantes más potentes. Errores de cuidado, como fluctuaciones repentinas de temperatura, riego excesivo o colocar la planta en un lugar extremadamente oscuro, también pueden afectar negativamente su estado general y provocar una pérdida de valor ornamental.

Plagas

Las principales plagas de la acacia rosada son los pulgones, las cochinillas y los ácaros. La inspección regular de las hojas y los brotes ayuda a detectar problemas a tiempo. Para infestaciones menores, las soluciones de jabón y alcohol y la eliminación mecánica de plagas pueden ser útiles.

Si las plagas son demasiado numerosas, se deben usar insecticidas o acaricidas según las instrucciones del fabricante. La prevención incluye mantener una humedad moderada, evitar la sobrepoblación y eliminar los restos vegetales donde los insectos puedan esconderse.

Purificación de aire

Al igual que muchas otras especies arbóreas, la acacia rosa absorbe dióxido de carbono y libera oxígeno durante la fotosíntesis, lo que mejora ligeramente el microclima circundante. Sin embargo, las plantas de interior no suelen alcanzar el tamaño necesario para apreciar el efecto purificador del aire.

Sin embargo, cualquier planta verde contribuye a crear un ambiente interior más saludable y reduce los niveles de estrés. Al estar en contacto directo con las hojas, se puede observar que atrapan el polvo, que luego se elimina al rociar o limpiar.

Seguridad

Al igual que otros miembros del género robinia, la acacia rosada puede presentar toxicidad en algunas partes de la planta (corteza, semillas, brotes jóvenes) al ser consumida por humanos o animales. Es mejor mantener la planta fuera del alcance de niños y mascotas.

Las reacciones alérgicas son poco frecuentes, pero durante la floración, las personas sensibles pueden experimentar molestias leves debido al polen. Si se presentan estos síntomas, limite el contacto con la planta en flor y asegúrese de que la habitación esté bien ventilada.

Invernada

En campo abierto, la acacia rosa suele soportar heladas de hasta -20-25 °C, aunque las plántulas jóvenes requieren refugio durante los primeros años tras la plantación. Para ello, se cubre la zona radicular con mantillo y se envuelve el tronco con un material especial (arpillera, agrotextil). La resistencia depende en gran medida del microclima y del cultivar específico.

En interior, la planta debe mantenerse en un ambiente más fresco durante el invierno (alrededor de 10-15 °C) y regarse con menos frecuencia, lo que estimula un período de reposo parcial. En primavera, con el aumento de las horas de luz, se reanuda el cuidado habitual para activar el crecimiento y la floración.

Propiedades beneficiosas

La acacia rosa participa en la fijación de nitrógeno mediante relaciones simbióticas con bacterias, lo que mejora la fertilidad del suelo y favorece el crecimiento de las plantas cercanas. Además, su sistema radicular ayuda a prevenir la erosión en laderas y riberas.

Además, sus flores y hojas decorativas la hacen popular en el diseño de jardines. Durante su floración, atrae a las abejas y otros polinizadores, contribuyendo así a la biodiversidad de la zona.

Uso en medicina tradicional o remedios populares.

Algunas fuentes mencionan decocciones e infusiones elaboradas con la corteza o las hojas de la acacia rosa, utilizadas en la medicina popular para mejorar la digestión y aliviar el dolor. Sin embargo, la evidencia científica sobre la eficacia de estos métodos es limitada, y existe un alto riesgo de dosis incorrectas y la presencia de sustancias tóxicas.

Estos remedios solo deben usarse bajo supervisión especializada, considerando sus posibles efectos secundarios. La planta no está ampliamente reconocida en la medicina oficial y no está incluida en las farmacopeas de la mayoría de los países.

Uso en diseño de paisajes

En el diseño de paisajes, la acacia rosa es apreciada por sus brillantes inflorescencias, que le dan un aspecto floreciente. Se planta sola en céspedes o zonas de parques, y se forman plantaciones en grupo donde se integra bien con...

Arbustos ornamentales. Su tamaño y forma los hacen ideales para crear sombras ligeras y acentos visuales.

Los jardines verticales y las composiciones colgantes para árboles grandes generalmente no son adecuados, pero en jardines de invierno o invernaderos espaciosos se pueden colocar ejemplares de tamaño mediano. La jardinería en macetas de acacia rosa requiere una maceta grande y poda regular para mantener las proporciones.

Compatibilidad con otras plantas

Como leguminosa, la acacia rosa enriquece el suelo con nitrógeno, lo que beneficia a las plantas vecinas, especialmente en la zona radicular. En combinación con arbustos de hojas ornamentales, crea un contraste de color y textura que enriquece la composición.

Es importante considerar su tamaño: sus raíces pueden absorber activamente agua y nutrientes, y la copa puede dar sombra a las plantas vecinas. Es fundamental dejar un espacio adecuado entre ellas para que no interfieran entre sí. Combinarla con herbáceas perennes y arbustos bajos aporta volumen al parterre o borde.

Conclusión

La acacia rosada (robinia viscosa) es un miembro atractivo y peculiar de la familia de las leguminosas, que se distingue por sus brotes pegajosos y flores rosadas. En climas templados, se utiliza para paisajismo en jardines, parques y propiedades privadas. En inviernos más fríos o con fines decorativos, puede cultivarse en macetas y resguardarse durante el invierno.

Su naturaleza poco exigente, su capacidad para fijar nitrógeno y su resistencia a la contaminación atmosférica la convierten en una planta valiosa para el paisajismo urbano, mientras que su belleza exterior y su abundante floración la hacen atractiva para diseñadores de jardines y aficionados a las plantas exóticas. Con un cuidado adecuado y considerando las condiciones climáticas, la acacia rosa puede servir como una decoración impactante y una fuente de disfrute estético durante muchos años.

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